
El cambio climático se refiere a las variaciones a largo plazo de las temperaturas, los patrones climáticos y las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, que han sido el principal gestor de esta alteración. Desde la llegada del gobierno de Gustavo Petro se han alzado voces como la del profesor e investigador Andreas Malm, uno de los pensadores más críticos y activos sobre el tema del cambio climático y el medioambiente, asegurando que la política pública colombiana sobre la transición energética es el único que se está efectuando actualmente.
La noticia de las declaraciones de Malm llegó a oídos de la opinión pública el pasado 30 de marzo, donde, en la conferencia sobre el capitalismo fósil, la calle y el Estado, del Instituto La Boétie de Francia, donde aseguró que Colombia es el único país con políticas institucionales para la transición.
Desde hace algunas décadas la preocupación por los daños medioambientales que pueden causar el consumo y explotación de los combustibles fósiles son cada vez mayores, asimismo, para Andreas Malm, si el manejo del tema en el país se mantiene, es probable que en diez años ya no seamos dependientes de este consumo, así, las alternativas desarrolladas en diferentes regiones del país deberán desarrollarse.
Por otro lado, esta solución medioambiental abre las puertas a la consolidación de un modelo económico popular, propendiendo por una mejoría no solamente para la estabilidad climática y de la económica nacional, sino contribuyendo contundentemente a la lucha mundial contra las afecciones de esta naturaleza. El presidente Gustavo Petro ya había coincidido con las ideas de Malm en el pasado, el elogio se convierte en esperanza al ver no solamente una concordancia en las ideas sino en los positivos hechos.