22 de Mayo del 2024
El trabajo comunitario y su importancia en la economía popular
El trabajo comunitario y su importancia en la economía popular

Las labores de cuidado comunitario, un tanto más que la economía del cuidado en su conjunto ha estado desconocida por diferentes estamentos económicos y sociales, por ejemplo, la omisión de este en los censos laborales.  Esta desatención de este tipo de trabajo deslegitima el valor social del mismo y oculta el esfuerzo que este implica, las horas invertidas en este y el gran desgaste físico y mental que implica.

La socióloga y doctora en Ciencias Sociales Eleonor Faur, ha investigado, atestiguado y descrito diferentes relaciones de género, familias y políticas públicas alrededor del papel de la mujer en la sociedad, derechos humanos y políticas de cuidado, entre otras muchas experiencias en el campo académico y comunitario. Faur analizó la importancia del trabajo de cuidado comunitario en la sociedad y la necesidad de reconocerlo y resignificarlo.

Acerca de la omisión u ocultamiento del trabajo comunitario de cuidado, Faur dice que este “silencio desestima la centralidad de esta para fortalecer el tejido social y sostener la vida. Silencio que implica socializar a las niñas y a las mujeres bajo el supuesto que, si hay amor, la tarea no es trabajo. Un silencio que configura un combo que opera a contramano de la autonomía de las mujeres, y de sus derechos como trabajadoras.”

No obstante, la socióloga, puntualiza que también es importante poder analizar este tipo de trabajo bajo una lupa de la desigualdad social y las relaciones de poder existentes. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 76,2% del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados que se realizan en los hogares del mundo entero, está a cargo de las mujeres, sin embargo, no todas cuidan en igual medida.

Según su investigación“cuidan más las mujeres pobres, las racializadas, las migrantes y cuanto menos poder se detenta en la estructura social, más cuidados se provee”. Entonces, en Colombia, es necesario no solamente reconocer el trabajo comunitario que  suma a la economía del cuidado sino  adelantar múltiples análisis en el plano social y de género ya que en el país no hay estudios certeros que ofrezcan un mapeo de la situación nacional.

Una de las definiciones del trabajo de cuidado incluye actividades destinadas a “garantizar el mantenimiento cotidiano, físico y emocional de las personas y del entorno que lo hace posible, limpiar el espacio en el que se cuida, hacer las compras y cocinar”. Entendiendo esta definición, podemos decir que el trabajo de cuidado comunitario enmarca estas actividades en un nivel más complejo, se amplía del núcleo familiar al vecinal.

Llamar la atención al respecto de estas actividades laborales y entender que, en palabras de la doctora Faur, “más que referir a un determinado sector económico, la noción de “trabajo de cuidado” se conforma como un gran paraguas que enhebra una serie de ocupaciones y actividades cuyo común denominador es el hecho de producir un trabajo indispensable para el sostenimiento de la vida y su dignificación”.

De esta manera, es importante, aún con sus complicaciones por el poco conocimiento e invisibilización del trabajo de cuidado comunitario, entender que estas labores hacen parte de la economía social, popular y comunitaria y que empezar a reconocerlas y darles el valor y remuneración que merecen genera una sociedad más justa y de verdadera solidaridad.

Por eso, la Unidad Solidaria en unión con el Comité Nacional de Impulso tratará la temática de Mujeres y diversidades en las economías para la vida en uno de los 10 foros de la ECOOVIDA2024 que se celebrará en Cali del 22 al 26 de octubre del 2024.

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