25 de Septiembre del 2024
Tierra de convite
Tierra de convite

Sumapaz es la localidad 20 de Bogotá y la más extensa de la ciudad, sin embargo, es la menos poblada. Allí también está el páramo más grande del mundo y entre sus montañas historias de resistencia campesina, solidaridad y convite.

El convite es una forma de trabajo colectivo en la que los que vecinos de las veredas realizan labores de mantenimiento y restauración en los hogares de cada familia. Se reúnen una vez a la semana para realizar estas actividades, pero no solamente se juntan para mejorar las condiciones de vida de la comunidad, sino para reflexionar sobre su territorio.

Este es el caso del convite “¿Le falta o le sobra?” del corregimiento de San Juan de Sumapaz donde las familias decidieron revivir esta práctica solidaria de la que escucharon hablar en las anécdotas de sus padres y abuelos.

Para Fernando Runza, uno de los integrantes de este proceso, el convite se ha vuelto necesario debido a la salida de muchos jóvenes a la ciudad, las condiciones que vivieron los abuelos han cambiado y debido a la vejez, ya no pueden hacerse cargo como antes de los cultivos, las huertas y los animales. Aunque piensa que no es malo ir a la ciudad, cree que es necesario no dejar la tierra sola porque “el campo está llorando”.

La participación en otros procesos como elaboración y resignificación del tejido a mano, producción de alimentos, diferentes asociaciones han permitido que los realizadores del convite mantengan un trabajo organizado y constante, además de integrar a los niños y niñas de la escuela Tunal Bajo, una de las veredas del corregimiento.

En la casa de Yamile Runza fue donde se hizo el primer convite, ella recuerda que este nació después de una reunión de la Zona de reserva campesina. Las Zonas de Reserva Campesina son una forma de ordenamiento territorial que busca fomentar la economía campesina, prevenir la concentración de la tierra y regular su ocupación.

Sumapaz es una de las cuatro Zonas de reserva campesina admitidas en diciembre de 2022 por la Agencia Nacional de Tierras (ANT). Sin embargo, la lucha por esta aprobación “comenzó en 1998 y fue dirigida por el Sindicato de Trabajadores Agrarios del Sumapaz (Sintrapaz). Luego de una década de diálogos, se lograron acuerdos con las juntas de acción comunal de cada vereda (Asojuntas), con las diferentes organizaciones productivas y con la comunidad en general”, según la ANT.

En medio de esa reunión acerca de la productividad del campo, “hablando, recordando, nos pareció una buena idea revivirlo, comenzamos unas familias a hacerlo y ahí vamos en ese proceso del convite”, narra Yamile. Además, habló sobre la mano de vuelta, la costumbre de los campesinos sumapaceños por devolver la ayuda prestada. “Bueno, pues se vio la necesidad de hacer este convite, pues había que fortalecer la huerta, la comida; La comida sana que tenían nuestros abuelos se estaba perdiendo, entonces eso nos preocupaba y ahora es muy difícil conseguir un obrero. Entonces empezamos la mano de vuelta y pues nos ha funcionado”, dice.

Esta iniciativa de trabajo colectivo y solidario también hace parte del Circuito Asociativo Solidario de Bogotá, en el que las familias campesinas participan de la economía popular llevando los productos que elaboran. Detrás de esos alimentos orgánicos y sus justos precios, está el convite sumapaceño, una herencia de resistencia, apoyo y organización.

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