
En el primer año del gobierno de Petro, la solidaridad, el encuentro, la cooperación y el diálogo, son los ejes fundamentales de un trabajo que busca sembrar en el corazón de las comunidades un sentido de pertenencia al territorio y la seguridad en un Gobierno comprometido con el cambio.
Las condiciones socioeconómicas que viven millones de colombianos y colombianas hacen indispensable un cambio de rumbo, que busque a través del diálogo social y el apoyo popular, lograr las reformas que le permitan a la sociedad salir de la nefasta fase neoliberal. Una primera apuesta, fue el Plan Nacional de Desarrollo concertado con las comunidades y aprobado por el Congreso, lo mismo que la Reforma Tributaria, que son la guía y los recursos para avanzar en el proceso de cambio.
Siempre habrá dificultades. El cambio no es fácil. Pero se avanza, abriendo diferentes frentes de trabajo: en lo económico-social se estructura una estrategia de inclusión crediticia para la economía popular, con el microcrédito como un dinamizador del desarrollo. En este proceso juega un papel fundamental el cooperativismo financiero, con su visión de solidaridad y cooperación.
El Gobierno, en el 13 Congreso de Asomicrofinanzas, reconoce a las cooperativas financieras como entidades que otorgan microcréditos a menores tasas de interés y propone como estrategia de inclusión financiera el fortalecimiento del cooperativismo. En Colombia se tienen 5.8 millones de micronegocios; se emplean 7.7 millones de personas, que corresponde al 38.8% del empleo nacional y el 63.9% no lleva ningún registro contable, -Datos del Dane 2022 y Banca de Oportunidades 2022-.
Es esta una primera oportunidad en la que un Gobierno reconoce al cooperativismo como organización social que procura unas mejores condiciones de crédito para sus asociados y público en general. El trabajo social en comunidades y su respuesta en coyunturas difíciles, como la pandemia, han permitido generar confianza. Hoy el cooperativismo financiero tiene una oportunidad, no solo de proponer reformas para el fortalecimiento del sector, sino de ser un aliado fundamental del Gobierno, acompañando las políticas de inclusión financiera, que buscan dinamizar la economía popular, que va a mejorar la capacidad productiva y las condiciones de vida de millones de familias colombianas.
Fuente: Vanguardia