8 de Junio del 2023
Asociatividad para las mujeres, para la vida
Asociatividad para las mujeres, para la vida

Yaila Mena del Pino hace parte de la Fundación Mujer y Vida, organización que desarrolla trabajo con mujeres víctimas de la violencia en Chocó, y que atiende casos de desplazamiento forzado, violencia sexual y otros hechos victimizantes. Son 80 de ellas, quienes desde la organización ayudan a 3.400 personas.

El proyecto organizativo nació con debilidades, o como ella dice, “en cuidados intensivos, porque para las mujeres asociarnos, hacer alianzas no es fácil”. Pero las necesidades de las mujeres víctimas y “hablar de temas de mujeres, conversar sobre situaciones difíciles que teníamos y defender los derechos humanos, nos condujo a hacerlo”.

Es así como situaciones como el desplazamiento forzado que sufrieron en los años 96, 97 y 98, las que las impulsaron a organizarse. “Ya desde el 2000 cuando no pudimos agremiarnos, las asociaciones mixtas porque nuestros derechos no eran tenidos en cuenta, decidimos irnos asociando, conociendo, capacitándonos, empoderándonos y en el 2009 sacamos personería jurídica”, comenta la lideresa.

Para llegar a la madurez que la organización tiene actualmente, han soportado adversidades: “Hemos tenido subidas, hemos tenido bajadas, hemos llorado juntas, nos hemos arropado juntas, pero lo que nos tiene aquí es que no nos hemos rendido, hemos continuado”. En Mujer y Vida se trabaja por los derechos humanos, en líneas como la gastronomía, en el restaurante Los Sabores de mi Tierra; la ancestralidad, con las Yerbateras del Amor; y otras iniciativas productivas para que las mujeres mejoren su calidad de vida.

En consecuencia, se vincularon a la Asamblea Regional de Economía Solidaria, Popular y Comunitaria, realizada en Quibdó el 12 de mayo, y lo hicieron gracias a las alianzas que realizan entre equipos, entre mujeres y porque tuvieron la oportunidad como mujeres víctimas: “Porque casi siempre no se cree en los emprendimientos pequeños, se dice ‘¿sí lo podrán hacer?’, ‘¿sí tendrán la capacidad?’, ‘¿sí irán a cumplir?’. Y ellos creyeron en nosotras y aquí estamos. Y la experiencia ha sido maravillosa porque no se cree en los emprendimientos pequeños, y a veces no se tienen en cuenta y cuando se va a trabajar el tema de asociatividad es muy importante analizarlo, conocer el territorio, quiénes están, cómo trabajan. Entonces, las propuestas que nosotros trajimos a este evento, es que se vinculen a los emprendimientos de mujeres, a los emprendimientos asociativos, a los emprendimientos que ayudan a que las mujeres mejoren su calidad de vida, a los emprendimientos que trabajan en equipo, que hacemos juntaza porque en Chocó no hay empresas”.

Yaila Mena del Pino hace énfasis en que las mujeres de su departamento viven del trabajo informal, de la vivandería, de la venta de productos como plátano, pescado, chontaduro; y en que no ha sido fácil emprender, incluso para quienes han podido asociarse, “pero lo hemos ido logrando paso a paso, y se ha ido mejorando la calidad de vida porque se paga, se da un incentivo, se da un sueldo, entonces, eso es importante para nosotras y eso nos motivó a llegar a la Asamblea”.

Según la lideresa, para trabajar en equipo de manera asociativa se requieren varias cosas como tener credibilidad en sus propias capacidades, confianza en otras personas, amor por lo que se hace y disciplina para poder lograr objetivos en el proceso. 

Al presidente Gustavo Petro, quien ha exhortado a la creación de asociaciones, de cooperativas, de organizaciones de la economía popular, Yaila Mena le mandó a decir que el Chocó y las chocoanas ya confían en él: “Depositamos un voto en él y sabemos que no nos va a defraudar. A la Unidad Solidaria, que evalúe, que revise esta Asamblea y que tenga en cuenta a los productores y productoras de esta región”.