De manera presencial y virtual se realizó la segunda sesión del Diplomado en Asociatividad Solidaria para la Paz, desde la ciudad de Quibdó en donde participaron estudiantes, organizaciones solidarias vinculadas a los Circuitos Asociativos Solidarios, víctimas del conflicto armado, campesinos, y ciudadanía en general, quienes socializaron las problemáticas actuales por las que atraviesa el departamento del Chocó y la población quibdoseña, así como las diferentes soluciones que se pueden desarrollar a través del sector solidario.
La jornada que tuvo la participación de diferentes panelistas como Moira Millán desde Chile, Jaime Martínez Luna como representante de México, y la Central de Cooperativas Cecosesola de Venezuela, y la Unidad Solidaria en Colombia, centró la conversación en la necesidad de impulsar modelos socioeconómicos que permitan la integración de las organizaciones de la economía solidaria, popular y comunitaria, así como la socialización de diferentes experiencias exitosas en Latinoamérica que permitan fortalecer las iniciativas que actualmente se desarrollan desde el Gobierno Nacional.
Durante su intervención el director de la Unidad Solidaria, Mauricio Rodríguez Amaya, invitó a los representantes de las asociaciones solidarias y populares, a tejer el sector asociativo solidario en el departamento del Chocó, no solo para fortalecer la economía popular, sino también para cuidar y devolver la vida al territorio. Además, indicó que “planteamos a las organizaciones, a que desarrollemos un 'Plan de Asociatividad para el Pacífico', que permita juntar a Guapi, Tumaco, Buenaventura y Quibdó, para recuperar la perspectiva propia del desarrollo de nuestros pueblos indígenas, afros y raizales".
La jornada que se realizó de manera simultánea en diferentes ciudades del país, permitió la conexión de más de 4.000 conexiones simultaneas a través de las diferentes redes sociales de la entidad, y en la que se finalizó con tres compromisos por parte de la Unidad Solidaria: fortalecer las cooperativas juveniles en el país; incrementar la red de colegios solidarios al Sistema de Educación para la Asociativa Solidaria (SEAS), y la generación de sinergias interinstitucionales que reduzcan la migración de los jóvenes que actualmente enfrentan barreras como el acceso a internet, la violencia en los territorios y la falta de oportunidades socioeconómicas.