El Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026 “Colombia Potencia Mundial de la Vida” cuenta con cinco ejes de transformación: Ordenamiento del territorio alrededor del agua, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, transformación productiva, internacionalización y acción climática y convergencia regional.
Así mismo, dentro de sus ejes transversales está la estabilidad macroeconómica, que: “Tiene como objetivo definir un conjunto de apuestas en materia económica para garantizar la disponibilidad de los recursos públicos que permitirán financiar las transformaciones, las cuales están enmarcadas en la actual coyuntura económica global, regional y nacional”.
En ese sentido, el Plan convierte a la Unidad Solidaria en un pilar del desarrollo económico para los próximos cuatro años. Es así como en el Artículo 85, acerca de las funciones de la Unidad Solidaria, expresa: “Diseñar, adoptar, coordinar, ejecutar y promover los planes, programas y proyectos asociados con la economía solidaria, popular, comunitaria y social en el marco de la Agenda de la Asociatividad Solidaria para la Paz”.
Por otra parte, la política económica busca la protección de las pequeñas economías, emprendedores y asociaciones populares. En consecuencia, según el Departamento Nacional de Planeación, DNP: “Dentro de los temas más destacados del documento aprobado se encuentra el artículo 88, en el cual se definen ‘Instrumentos para la inclusión financiera y crediticia de la economía popular, la promoción de las finanzas verdes, la innovación y el emprendimiento’, con lo cual se espera beneficiar a más de 100.000 unidades productivas de la economía popular e incrementar en un 12% los ingresos de los micronegocios que pertenecen a este segmento productivo; además de incentivar la educación financiera para acabar con el flagelo del ‘gota a gota’ en el país”.
Por su parte, Mónica Ortiz directora (e) de Innovación y Desarrollo Empresarial del DNP, señaló: “el impulso de instrumentos y programas de inclusión financiera a través del Grupo Bicentenario permite la Economía Popular, especialmente pequeños productores del sector agropecuario y los micronegocios, acceder a una amplia oferta de productos financieros que consideran sus dinámicas de generación de ingresos y provee acompañamiento técnico para que se impulse su actividad y desarrollo a la medida de sus necesidades”.
A su vez, el Gobierno definió que las “Asociaciones Público Populares” se podrán utilizar para la ejecución de obras, o la adquisición de bienes y servicios relacionados con infraestructura social, vivienda rural, vías terciarias y caminos vecinales, cultura, infraestructura productiva local, proyectos de eficiencia energética, producción de alimentos, suministro de bienes y servicios, gestión comunitaria del agua, saneamiento básico, economía del cuidado, fortalecimiento ambiental y comunitario y adquisición de productos de origen o destinación agropecuarios.
Para la materialización de todo lo anterior se ha estado preparando la Unidad Solidaria. Por eso, desde febrero pasado, esta entidad asumió el reto y abrió espacios de participación en los territorios, en los que en 22 asambleas territoriales de la economía popular, solidaria y comunitaria participaron cientos de organizaciones de esta índole, quienes construyeron agendas territoriales en las que manifestaron sus más sentidas necesidades e hicieron propuestas para la construcción de salidas. Todo, enmarcado en la Agenda de Asociatividad Solidaria para la Paz.
Ahora, vamos a la Asamblea Nacional de Economía Solidaria Popular y Comunitaria, los días 28 y 29 de julio en Neiva, en la que en presencia del presidente de la República Gustavo Petro se presentarán las conclusiones de las Agendas Comunes Territoriales, realizadas en 25 asambleas.
De esta manera, se continuarán implementando políticas y proyectos en pro de la inclusión económica de los menos favorecidos, y de las organizaciones de la economía popular, solidaria y comunitaria.