
La Asociación de Productores de Cacao de la Ensenada de Tumaco, Asprocet, es una organización conformada por 25 productores de este grano, que en el marco de la labor de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias está siendo fortalecida por la Entidad.
Esta organización se encuentra ubicada en Bocas de Curay, una vereda enclavada en el mar Pacífico colombiano, a una hora de recorrido en lancha desde el municipio de San Andrés de Tumaco, en Nariño, y habitada por alrededor de 500 personas dedicadas en su mayoría a la pesca artesanal y al cultivo de coco.
En entrevista con Organizaciones Solidarias, Junior Nilo, representante legal de la organización, nos contó su experiencia incursionando en el cultivo con más potencial para aportar al crecimiento de la economía del país: el cacao.
“Nosotros cuando recién arrancamos dentro de esto, el modelo era que cada uno trabajara dentro de su cultivo, dentro de su finca, pero a raíz de que nos conformamos como organización y entramos a funcionar, conformamos un grupo de trabajo, donde íbamos 20 personas a las parcelas y cada uno aportaba 5 mil pesos al dueño de la finca para que comprara la comida, la gasolina, etc. Y llevábamos la olla comunitaria, hacíamos la comida y todas las labores con el fin de que todos los productores tuviéramos las parcelas bien organizadas”.
Este grupo de personas han aprendido todo lo relacionado con el cultivo, la preparación del terreno y las prácticas culturales que les permiten cosechar un producto orgánico, de excelente calidad, que ya tiene un mercado externo en el que es apetecido, pero al cual no alcanzan a suplir por las dificultades económicas que aún sortean.
Cada miércoles se dan cita con Jorge, el gestor territorial de la Unidad Administrativa, que trabaja con ellos para sacar adelante un plan de negocios a su medida que les permita cerrar alianzas comerciales para obtener los recursos con los que esta asociación pueda modernizar procesos como el despulpe, el secado y el transporte del cacao, con lo que podrán ser más competitivos en el mercado y además obtener ingresos dignos para mejorar su calidad de vida.
“Ya hicimos un primer modelo de negocio donde nosotros vendimos una tonelada, 50 kilos, nos fue bien en ese primer modelo, les ha gustado el cacao de nosotros y estamos en proceso de seguir avanzando, pero como le hicimos intervención a la finca las producciones están bajitas, entonces estamos esperando a que las fincas se recuperen para empezar así el proceso”, manifestó Nilo.
El componente social que han recibido en cada uno de los talleres ofrecidos por Organizaciones Solidarias ha sido determinante en la forma de actuar de los asociados, que han visto cambios significativos en su vida, tal es el caso de Wisner España, quien nos contó que “La experiencia y el cambio ha sido notorio porque en nuestra vereda ya algunas personas empiezan a ver que esta asociación, que antes pasaba desapercibida, ahora es el centro de las miradas de muchos transeúntes y de muchos visitantes que llegan porque han podido ver que este modelo es muy bueno”.
Actualmente los integrantes de Asprocet producen media tonelada de cacao y se encuentran en la búsqueda de mercados libres de intermediarios con los que puedan avanzar como empresa solidaria y mejorar el pago por su trabajo.