28 de Agosto del 2023
“La Industrialización se hará con asociatividad solidaria”, Mauricio Rodríguez, director de la Unidad Solidaria
La Industrialización se hará con asociatividad solidaria

Décadas de extractivismo económico y cultural han dejado huellas imborrables en la textura de nuestro país, no solo por los cráteres sobre la tierra, los ríos desecados, las especies nativas eliminadas, sino por las huellas en los rostros del dolor, la violencia y el desplazamiento de miles de hombres y mujeres que durante años han visto pasar “el progreso extractivista” sin que nada quede, sin mediar palabra. Esas economías de derrame, como las llama Eduardo Gudynas, han marcado profundamente nuestro quehacer como sociedad y como Estado. La extracción se ha convertido en condena y ha dejado de ser oportunidad para esta época en que el planeta ha cambiado y las crisis climáticas y ambientales cada vez son más evidentes y agresivas.

Para Mauricio Rodríguez, director de la Unidad Solidaria: “Estas crisis recurrentes de la vida social y del planeta nos exigen el imperativo de ofrecer a las actuales y nuevas generaciones posibilidades concretas de realización. La nueva época impone una transformación profunda de nuestras prácticas económicas, sociales y culturales; volver a mirar al territorio y sentir de nuevo la necesidad de proteger el saber de los abuelos y las abuelas, abrir el surco a la semilla y recuperar la solidaridad como principio vital. El primer paso consiste en salir de la economía primaria e iniciar el tránsito a la industrialización y reindustrialización de las regiones colombianas, transformar los territorios generando capacidades y derechos para la innovación, la conectividad y la transformación limpia. Industrializar y reindustrializar las regiones colombianas es una apuesta estratégica del Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia Potencia Mundial de la Vida´”.

El director de la Unidad explica que estos procesos productivos requieren de un aliado estratégico para su sostenibilidad e inclusión de las poblaciones: la asociatividad. Son las organizaciones solidarias, populares, comunitarias y sociales, las que deben, junto al Gobierno del Cambio, sentar las bases de la transformación productiva territorial. Ello implica entre otras cosas: A. Generar procesos de transformación productiva de alimentos, a través de su selección, transformación, empaque y comercialización; ; B. Implementar centros de acopio y de desarrollo tecnológico que combinen la ciencia con la capacidad productiva de las asociaciones; C. Llevar la educación al campo y las zonas más vulnerables en las ciudades a través de una Red de Universidades, el SENA y las organizaciones de educación solidaria; D. Implementar un nuevo Sistema de Educación para la Asociatividad, que crezca, junto a los niños y las niñas, en las escuelas y haga tránsito a la universidad y la educación técnica; E. Procesos de apropiación colectiva de la tierra, para incentivar los proyectos productivos territoriales; F. Instalaciones, maquinaria, insumos, asistencia técnica y acompañamiento para implementar y mejorar procesos productivos; y G. Comercio local, nacional e internacional, para que nuestra industria naciente dialogue con los saberes del mundo.

Para hacer esto posible, es necesario superar la dispersión organizativa, mejorar la cooperación y las redes e impulsar proyectos de impacto territorial. De esta manera, requerimos mejorar las condiciones de integración de las organizaciones, sea en federaciones y confederaciones, en mesas de trabajo, redes territoriales, coordinadoras populares, entre otras formas de integración en el territorio. En la medida en que se

fortalezcan las redes y los diversos modelos de integración, se hará viable la implementación de proyectos estratégicos, de propuestas que generen un verdadero impacto en los territorios, a partir de la acción colaborativa de sus protagonistas.

“Por esta razón, la Unidad Solidaria, centra sus esfuerzos en la materialización de la Agenda de Asociatividad Solidaria para la Paz, orientada a incrementar la capacidad productiva de las organizaciones en el territorio a través de su trabajo en red. Si queremos transformar las brechas históricas territoriales, impulsar las tres justicias (social, económica y ambiental) y pasar de modelos de economía primaria a modelos asociativos de industrialización, se hace necesario producir un diálogo fluido entre las organizaciones territoriales, definir prioridades y establecer planes de acción estratégicos que garanticen el impulso común de las iniciativas. En resumen, la industrialización solidaria implica juntar, corazones, sueños, saberes, acciones y propósitos comunes que hagan posible una nueva historia, la historia escrita por los protagonistas de cada territorio asociativo solidario”, concluye el director de la Unidad Solidaria.