
En la audiencia pública de la rendición de cuentas 2023 – 2024, territorios solidarios, de la Unidad Solidaria realizada el pasado 14 de diciembre en Florencia, Caquetá, el director de esta entidad Mauricio Rodríguez dejó claros los tres retos de la institución a su cargo para los años 2025 – 2026.
El primero es materializar la participación de las organizaciones y de las entidades en los circuitos asociativos solidarios. “Que, en cada región, las organizaciones se junten, desarrollen proyectos comunes -no compitiendo entre ellas-, sino donde la solidaridad se convierta en el motor del desarrollo económico”, explicó el director de la Unidad Solidaria.
En otras palabras, el desafío es que en todos los departamentos de Colombia se construya un circuito asociativo solidario. Mauricio Rodríguez comentó que en 2023 se lograron materializar 11 circuitos solidarios y que se cerró el año 2024 con 20, sumando 9 más, y que en 2025 deben ser 33 circuitos, incluyendo Bogotá.
El segundo reto es “hacer nuevos instrumentos para que esta economía tenga herramientas y posibilidades de ponerse en el centro del desarrollo”, dijo Rodríguez. En ese sentido, y citando la resolución 77281 de las Naciones Unidas con la cual la economía solidaria puede contar con una herramienta de gestión internacional, expresó que en el año 2025 se llevará a cabo la segunda Asamblea Nacional de Economía Social, Solidaria, Popular y Comunitaria, en Santander, con el propósito de construir el Plan Decenal de este tipo de economía.
“Esto implicaría parte de nuestro gobierno y dos gobiernos más desarrollando la misma política. No una política a capricho del gobernante, sino una política de Estado impulsada, empujada y vigilada por las organizaciones que hacen parte de la economía solidaria popular y comunitaria”, anotó Mauricio Rodríguez. Previamente, el Plan tendrá mesas regionales para las discusiones en cada uno de los departamentos de Colombia y en julio se hará el evento.
El Pan Decenal deberá desarrollarse de la mano de las redes de comunicación solidaria que desde el Gobierno nacional y la Unidad Solidaria, específicamente, se impulsan en todo el país, para que la hagan visible y construyan territorio.
“Pero también, junto a nuestros consejos pedagógicos regionales, porque estamos reconstruyendo el tejido para la discusión sobre educación, a través de los consejos pedagógicos regionales de la economía solidaria. La meta es tener 10 comités pedagógicos este año y poder avanzar en los comités pedagógicos hacia 2025, queremos que la educación solidaria deje de ser marginal, que les pertenezca a unas organizaciones y a otras no”, indicó el director de la Unidad Solidaria.
Y, justamente de ahí se desprende el tercer reto que es masificar la educación solidaria, a través del Sistema de Educación para la Asociatividad Solidaria, SEAS, pues en 2024 la entidad logró llegar a 94 colegios, de 100 para los cuales había posibilidades económicas. En estos centros educativos, actualmente los estudiantes están creando cooperativas escolares y precooperativas.
En consecuencia, comentó que para 2025 se deben haber creado cooperativas escolares en 150 colegios del país. “Este legado de impulsar la economía solidaria en los colegios, es para que también nuestro sector cooperativo se vuelva padrino, se vuelva queriente de esos muchachos. Nosotros podemos poner 150 colegios en marcha; llamo al sector cooperativo de Colombia para que ponga otros 150 colegios y cerremos el 2025 con 300”, concluyó Mauricios Rodríguez, director de la Unidad Solidaria y recalcó que el reto también es que la educación solidaria vaya a los colegios, a las universidades, al Sena y a toda Colombia.