
Así lo afirmó Rafael González, director nacional de Organizaciones Solidarias, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Rafael González, director nacional de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias saludó a las mujeres del país, especialmente a las emprendedoras y asociadas activas de las empresas solidarias, al tiempo que destacó el papel fundamental que cumplen en la sostenibilidad del modelo de economía solidaria:
“Hoy quiero resaltar la participación de todas las mujeres que se han interesado en la economía solidaria, a la mujer reincorporada, indígena, afro, jefe de hogar y en general, a las mujeres colombianas, que son ejemplo de trabajo y de lucha diaria. Las cifras demuestran nuestro trabajo para apoyar su empoderamiento y reivindicar sus derechos. Desde 2010 hemos capacitado a más de 100 mil mujeres en el Curso Básico de Economía Solidaria. Desde 2013 hemos beneficiado a 11.549 mujeres con procesos de creación y fortalecimiento. Y en 2017 el trabajo con Asodamas de Colombia permitió crear y fortalecer más de 65 organizaciones solidarias a través de capacitación, asistencia técnica y asesoría con la implementación del Programa Integral de la Unidad Administrativa”.
Asimismo, Organizaciones Solidarias en la vigencia 2017 llevó a cabo procesos de creación y fortalecimiento con Asodamas de Colombia en los departamentos de Antioquia, Cundinamarca, Putumayo, Tolima, Cesar, Boyacá, Guaviare, Meta, Nariño y La Guajira.
Además, las dos entidades articularon esfuerzos para la creación de los Centros de Innovación Social Casa de la Mujer, proyecto que busca beneficiar a mujeres de estratos 1, 2 y 3, pertenecientes o con intención de pertenecer a una organización solidaria. Esta estrategia dejó Centros en operación en Mitú (Vaupés); en el municipio de Santiago (Putumayo); San José (Guaviare); Casabianca (Tolima); y Cota (Cundinamarca).
“Los programas y estrategias que estamos adelantando están dirigidos a poblaciones rurales, reincorporadas, víctimas, mujeres, afro, raizales e indígenas, entre otras, y pretenden impulsar, a través del modelo asociativo solidario, el desarrollo de las regiones, la generación de ingresos, la satisfacción de sus necesidades y el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos”, agregó Rafael González.