
La recuperación de la reforma agraria como política de Estado se convirtió en el hecho de mayor importancia en el ámbito político y social, en el año 2024. La reconexión del Ministerio de Agricultura, en cabeza de la ministra Martha Carvajalino, con el movimiento campesino y sectores agrarios y agropecuarios para adelantar la reforma los reconoce como sujetos de interlocución y aliados en la lucha por la dignidad del campo, que se adelanta desde el Gobierno del Cambio.
El pasado 13 de diciembre, en el Yondó, cientos de campesinos provenientes de diferentes municipios del Bajo Cauca, el Magdalena Medio antioqueño, bolivarense y santandereano, escucharon a la ministra quien llegó al lugar acompañada del cuerpo directivo del Ministerio para rendirle a ellos y al país su informe de gestión.
“Mientras otros gobiernos han tratado de socavar la organización campesina, queremos presentar aquí el ejercicio de Gobierno y la ruta que queremos construir para que la reforma agraria sea una apuesta de Estado”, inició diciendo la ministra Carvajalino.
“No es una rendición de cuentas normal: estamos a la mitad del Gobierno del Cambio, el momento preciso para hacer un balance. Estamos delante de ustedes, ávidos de escuchar, de construir desde la experiencia de la resistencia del territorio campesino en el Magdalena Medio”, señaló.
Acerca de la reforma agraria Carvajalino destacó logros que contribuyeron al cumplimiento del punto uno del Acuerdo de Paz, como la adquisición de 440 mil hectáreas de tierras fértiles destinadas al Fondo de Tierras, de las cuales el 63% (275.065 hectáreas) se negociaron bajo la modalidad de oferta voluntaria. De estas últimas, el 70% (191.852 hectáreas) quedaron en manos de familias campesinas y firmantes de paz. El restante fue adjudicado a población étnica.
Con respecto a la titulación, las cifras confirman que el Gobierno nacional avanza sin pausa para el cumplimiento del Acuerdo. En ese orden de ideas, desde la Agencia Nacional de Tierras se han formalizado más de un millón 200 mil hectáreas de pequeña y mediana propiedad rural, de las cuales 971.683 corresponden a títulos expedidos desde que Gustavo Petro asumió como presidente de la República.
“En lo fundamental hemos venido construyendo los cimientos para que la Reforma Agraria sea una política de Estado (…). Reconstruimos el Sistema Nacional de Reforma Agraria para poder hablar de vías terciarias, de salud, de educación en la ruralidad. Logramos que el conjunto del Gobierno en Colombia volviera a minar al campo”, destacó la ministra en su intervención.
En el evento, el investigador en temas agrarios, Héctor Mondragón, explicó los avances y el significado de que este Gobierno haya reconocido al campesinado como sujeto especial de derechos. Visiblemente conmovido y casi al borde de las lágrimas, confesó: “Para mí es una gran alegría estar con el campesinado de esta región porque fue con el campesinado de Yondó que aprendí la lucha campesina, del movimiento y su lucha, como aprendí del pueblo de Barranca y los obreros petroleros, nos persiguieron, pero aquí estamos”.
A propósito de la paz, desde MinAgricultura se ha apostado por el acceso a la justicia para el campesinado con el objetivo de saldar una deuda histórica, dado que la causa del conflicto ha estado ligada a problemas de tierras. Es así que se le propuso al Congreso un proyecto de Ley Ordinaria para fijar las competencias de la Jurisdicción Agraria y Rural.
Con información del Ministerio de Agricultura y el periódico VOZ