11 de Septiembre del 2024
Amupí, una asociación ejemplo de organización
Amupí, una asociación ejemplo de organización

Son más de 40 mujeres integrantes de Amupí, que trabajan en el municipio del Alto Baudó cuya cabecera municipal es Pie de Pató en el departamento de Chocó.

 Aunque la asociación nació en el año 2000, la violencia en el territorio, la falta de apoyo institucional y las dificultades económicas hicieron que la organización tuviera un letargo de más de veinte años.

Según Madolia Moreno Palacios, presidenta de la Asociación de Mujeres de Pie de Pató, hace dos años, con la llegada del Gobierno del Cambio, fue contactada por la Unidad Solidaria para trabajar juntos.

Amupí se dedica a la agricultura, cría de aves de corral y siembra de caña para transformarla en viche y panela. El haber sufrido el conflicto armado también impulsó una vocación de trabajo social, rural y dedicado al campo. Además de tener una siembra de 10 hectáreas de caña, también se dedican a la siembra del plátano y arroz.

Las mujeres de la asociación buscan herramientas para hacer la conversión de la caña en productos comerciales y no perder el cultivo, pues uno de los objetivos más importantes de Amupí es aumentar el acceso alimentario de su comunidad.

Por medio de la Unidad Solidaria y la Universidad Tecnológica del Chocó, obtuvieron 80 gallinas ponedoras, de las que se están sacando 78 huevos en promedio. Así, venden a quince mil pesos el panal o cubeta. Para Madolia “eso ha hecho que la organización sobreviva”, además, “es importante contar con la Unidad Solidaria porque creyó en nosotras y nos ha hecho trabajar, nuestra misión es contribuir con el desarrollo de la comunidad y la cuota alimentaria mínima”.

“Esta organización de mujeres cabeza de hogar, viendo la cultura del municipio, se dio cuenta que, si se unían, podían conseguir cosas que no obtenían separadas, se organizaron y así pudieron vivir, mirando que unidas podían conseguir beneficios para ellas mismas”, narra Madolia Moreno sobre el nacimiento de Amupí.

En el camino para consolidar la asociación, explica Madolia, el reto más grande fue hacer que las compañeras llegaran a ser lideresas, “cuando escogían una mujer había 5 hombres, nos tocó luchar por la equidad de género, demostrar a la comunidad que las mujeres también podemos, sacar adelante al municipio. Así como podemos sacar adelante nuestros hogares, también somos capaces de sacar un municipio adelante”.

“Al principio hubo resistencia en la comunidad porque, especialmente los hombres, decían que eran desocupadas, que no tenían qué hacer”. Sin embargo, viendo todo el trabajo que ha hecho Amupí en el pueblo, las organizaciones y la comunidad las reconoce y ahora quieren apoyar”.

Aunque hubo dificultades, la comunidad tomó el trabajo de Amupí positivamente y actualmente ha tenido apoyo de las entidades y de la población gracias a los enfoques social y cultural como el trabajo con jóvenes y niños donde se enseña danza, relatos orales de la cultura ancestral y el canto de alabado y versos tradicionales.

Madolia asegura que los proyectos nacen de acuerdo a las ideas y necesidades del pueblo, con el proyecto de la caña y las gallinas, pueden aportar a la soberanía alimentaria de las personas, “esto nace viendo que la tasa alimentaria puede bajar para que las personas puedan acceder a esos alimentos de manera más económica. Mirando las necesidades de la comunidad nosotras le apuntamos a bajar el costo de vida”.

“Yo creo que el éxito han sido las ganas de trabajar, el sentido de pertenencia que nos acoge y la perseverancia de las mujeres compañeristas. Mujeres que tienen ganas de trabajar y salir adelante, el caer y levantarnos. También va en la junta directiva como motive sus miembros, he sido una persona que no he subestimado a mis compañeras, le he dado responsabilidades y eso hace que la gente se sienta útil, en nuestra organización, por ejemplo, van 4 mujeres a alimentar las gallinas dos veces al día, el trabajo con transparencia es lo que más nos une, todo lo hacemos en unión, nada individual y eso ha sido nuestra fortaleza”.

Esta asociación de mujeres trabajadoras también piensa tener una micro empresa para darle empleo a las asociadas. “Nuestra visión es ser una micro empresa para ayudar a la gente y contribuir al desarrollo de la comunidad”, por eso quieren seguir capacitándose y compartir la importancia de la economía asociativa y solidaria en la comunidad.

A Madolia, viuda y con 4 hijos, la motiva la comunidad y le satisface poder ayudar, aportar a su comunidad es lo que más le gusta, dar aportes positivos.

“Lo primero que les digo es que se organicen, organizadas podemos conseguir todo lo que queramos, unidas somos más porque un pueblo sin organización tiende a la desaparición”.

 

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