10 de Agosto del 2023
Primer año de avances, logros y perspectivas
Primer año de avances, logros y perspectivas

Desde el Puente de Boyacá, el 7 de agosto, en la conmemoración de los 204 años de la Batalla de Boyacá, el presidente de la República, Gustavo Petro, pronunció un discurso en el que habló de los logros de su primer año de gobierno.

El presidente inició su alocución haciendo alusión al nuevo país que está surgiendo, el cual exige una resignificación de nuestra propia historia que, a la vez, es una exhortación a detener la sangre derramada durante décadas. Por eso, mencionó los avances en los diálogos con diferentes grupos armados ilegales, los cuales tienen el objetivo de proteger la vida: “Por eso, estamos conversando con los grupos armados para buscar salidas, para salvar vidas. Tenemos una mesa de diálogos con el ELN que ya nos ha permitido alcanzar un histórico e inédito cese al fuego bilateral que, más que eso, debe ser un cese de hostilidades contra la población civil”, expresó el primer mandatario de los colombianos.

En relación a la lucha contra el narcotráfico, el presidente dijo que se han perseguido a los grandes eslabones del narcotráfico: “En lo corrido de este Gobierno hemos incautado 1.100 toneladas de cocaína y aumentamos la destrucción de laboratorios para el procesamiento de droga en un 16% respecto al periodo anterior. En este año tenemos 573 toneladas de cocaína incautada, la mayor cantidad en toda la historia en un periodo similar”.

Al referirse a los logros en materia económica mostró que se ha vencido la inflación y que los precios empiezan a bajar. “Lo obvio y más natural es que comencemos a notar que el dinero de la familia ya alcanza para comprar la misma canasta de bienes y servicios que antes. En este año, también, logramos uno de los mayores aumentos del salario mínimo por medio de una decisión concertada entre centrales obreras y gremios patronales que benefició a los hogares colombianos. El salario creció un 16% nominal, llegando a 1.160.000 pesos mensuales”.

Comentó que se logró crear en 1.030.000 empleos, el 98% de carácter formal, “es decir, son puestos estables que pagan seguridad social y salud. Además, en junio, logramos la brecha de desempleo más baja entre hombres y mujeres de la última década, con una diferencia de 3,9 puntos que queremos seguir haciendo descender”.

Con cifras, confrontó a quienes lo acusaron de provocar una devaluación de la moneda, la fuga de capitales y el aumento del desempleo con la reforma tributaria, aprobada por el Congreso de la República en diciembre de 2022: “recaudará $ 17,5 billones en el primer año, 1,1 % del PIB (Producto Interno Bruto) y en promedio 1,3 del PIB cada año entre 2024 y 2033. Una reforma que, además, permitirá enfrentarse a los grandes evasores del país y que obtiene la mayor parte de sus recursos de las capas más privilegiadas de la sociedad. Hoy los más ricos pagan más impuestos, dejamos de ponerle los impuestos a los pobres y la clase media”.

Acerca de los recursos para educación, manifestó que hubo una asignación de $57 billones, la partida más alta en el Presupuesto Nacional e históricamente el presupuesto más alto de la educación en Colombia.

Acerca del Plan Nacional de Desarrollo: el territorio alrededor del agua, resaltó la participación que hubo en su construcción y su principal apuesta: “Hemos presentado una política de reindustrialización para transitar de una economía extractivista, que sólo saca del subsuelo lo que el ser humano no puso allí, a una economía del conocimiento, productiva y sostenible, que se basa

fundamentalmente en el trabajo y el saber del ser humano. Esta política tiene cinco apuestas productivas: transición energética, reindustrialización en el sector salud, territorios y su tejido empresarial, reindustrialización para la defensa y la vida y agroindustrialización y soberanía alimentaria”.

Tierra para el campesinado

Gustavo Petro también mostró la protección constitucional que ahora tiene el campesinado y el avance en una “reforma rural integral que le dé tierra productiva al campesino, que le permita cultivar esos alimentos que deben llegar a la mesa de cada familia colombiana y, por qué no, del mundo”. (…) “Un cambio que permite reforzar su participación en la construcción de las políticas públicas, formalizar y titular sus tierras como propiedad colectiva o individual, dándole peso a sus lazos comunitarios y familiares, a la mujer campesina y proteger la soberanía y seguridad alimentaria de Colombia”. (…) “Asimismo, con las nuevas herramientas que nos ofrece el Plan Nacional de Desarrollo, hemos aportado 73.322 hectáreas al fondo de tierras para el acceso a poblaciones rurales, con el objetivo de romper la desigualdad en la tenencia de la tierra. Esto corresponde a las tierras compradas, a las tierras recuperadas de las manos de narcotraficantes a través de la SAE (Sociedad de Activos Especiales) y a través de procesos agrarios. Setenta y tres mil hectáreas aún son poco para los tres millones de hectáreas que el Acuerdo de Paz firmado por Santos impone a la sociedad colombiana y al Estado para entregarle al campesinado de Colombia. Hemos titulado 240 mil hectáreas, es decir, reconocido títulos de propiedad, y logramos que 800 mil hectáreas, cuyo proceso de titulación estaba guardado en archivos de las instituciones del Estado, se vuelvan realidad para indígenas, para afrocolombianos, para el campesinado de Colombia”.

La transición energética ha sido uno de los temas de mayor importancia para el Gobierno del cambio, al punto que se están dando pasos importantes, “con una inversión de $ 95 mil millones en 2.023, que beneficia a más de 70 mil personas con proyectos de comunidades energéticas y techos solares en instituciones públicas para municipios de categoría 5 y 6. De esta manera estamos llevando energía limpia a los colombianos y colombianas de las zonas apartadas de nuestro país. Esto incluye la apertura, por primera vez, de un proceso competitivo para desarrollar 113 comunidades energéticas en Uribia, Guajira. Además, creamos la Gerencia Guajira para fortalecer el relacionamiento con las comunidades. En los últimos gobiernos se aprobaron sólo 21 licencias para proyectos de energías limpias. En este primer año de Gobierno solamente se otorgaron 15 licencias ambientales. Así ratificamos nuestro compromiso con la transición energética justa. Se ha asignado 8,3 gigas de capacidad –Colombia tiene en total 18– para 190 proyectos de energías limpias en el presente año. Si estos proyectos se hacen realidad, simplemente, con eso tendremos una matriz de energías limpias 100 %, uno de los primeros países de la tierra en alcanzarla”.

Finalmente, y luego de entregar muchos más resultados de su gobierno, el presidente mencionó las expectativas de cambio de millones de colombianos, ante lo cual se comprometió: “Por eso, seguiremos insistiendo en nuestras políticas para la gente, en la reforma a la salud, en la reforma laboral, en la pensional, en la de la educación, en la de los servicios públicos, en la de la minería y otras. Por eso seguimos llamando a todos los sectores políticos, económicos y sociales a hacer

parte de un acuerdo nacional que ligue los corazones, las almas y las voluntades de cada colombiano y colombiana para cambiar nuestro destino. No estamos condenados al desencuentro y la animosidad. No estamos condenados a cien años de soledad. No somos de las estirpes condenadas de la tierra. Pero creo firmemente que las colombianas y los colombianos tenemos el coraje y la valentía para no desaprovechar este momento único en la historia. Tenemos el coraje necesario y la valentía para seguir privilegiando la vida sobre la muerte. Y, de esta manera, convertir a Colombia en una potencia mundial de la vida, como es el propósito mayor del Gobierno del Cambio”.