
Se desarrolló en la Universidad del Quindío la Asamblea Regional de Economía Solidaria, Popular y Comunitaria donde 11 organizaciones comunitarias del departamento apoyadas por la Unidad Solidaria de Colombia, el Instituto de Economía Social y Cooperativismo y la Universidad Cooperativa de Colombia, compartieron sus experiencias trabajando este año en el marco del convenio para el desarrollo de la Agenda de Asociatividad para la Paz.
Ángela Esteban, coordinadora regional del convenio, explicó que durante este espacio las 11 organizaciones de economía solidaria con las que se trabajó en 2023 entregaron el balance del proceso que incluyó la realización de un diplomado en el que fortalecieron sus conocimientos en estos temas claves para el país.
“Son 11 organizaciones del sector agro, campesinas, organizaciones de mujeres, consejos comunitarios que trabajaron en el desarrollo de un diplomado donde tuvieron la oportunidad de encontrarse con docentes especializados el Sistema Educativo de Asociatividad para fortalecer sus procesos internos por medio de la construcción de planes estratégicos, consolidación de planes de negocio, planes de marketing y planes ambientales”, explicó la coordinadora del convenio.
Dijo que dentro del trabajo que han venido realizado se tiene identificado que en el Quindío existen grandes potencialidades para construir en red. “Con los mercados campesinos y agroecológicos se construyó una experiencia muy significativa de ver cómo ahora ya tienen un ejercicio de construcción en red, se están apoyando para consolidar otras organizaciones que no se han formalizado y además tuvimos una experiencia muy significativa y es que en el marco del convenio se agruparon diferentes mercados campesinos para llegar como red constituida a este”.
Los retos
Ángela Esteban manifestó que el reto que tienen para el desarrollo de la agenda asociativa es el de generar esta red a nivel regional compartiendo las potencialidades del Quindío con sus departamentos vecinos como Caldas y Risaralda.
“Queremos ver cómo estos tres departamentos caminan juntos en vías a un gran proyecto de impacto territorial a niveles Eje Cafetero, es el reto que tenemos dentro de la agenda asociativa que esperamos darle continuidad el próximo año 2024. Esta asamblea tiene la intención de seguir ubicando qué nuevos retos tenemos, qué barreras, qué necesidades y también desde las organizaciones qué soluciones proponemos en vías de asociatividad, acceso a ahorro y crédito, entre otros”, destacó la coordinadora regional del convenio.
Enfoque estratégico para el desarrollo local
John Jairo Rojas Millán, asesor de la Dirección Nacional de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias, dijo que esta asamblea se convirtió en un espacio de reflexión y definición de estrategias para transformar la realidad económica y social de la región.
Rojas Millán, resaltó el enfoque central de la Asamblea: la construcción de una agenda común para el territorio. Este proyecto ambicioso busca consolidar el trabajo conjunto de diversas organizaciones y alinear esfuerzos hacia metas claras y concretas. Además, busca la conexión con el Plan Nacional de Desarrollo para los años 2024-2026, asegurando que las iniciativas locales contribuyan de manera significativa al panorama nacional.
El asesor destacó el robusto fortalecimiento de las organizaciones en el Quindío, especialmente aquellas lideradas por mujeres, productores agropecuarios y entidades vinculadas al turismo. “Este énfasis en la diversidad de sectores evidencia la amplitud de los desafíos que se abordan en la Asamblea, así como la riqueza potencial que estas organizaciones aportan al desarrollo local y regional”, manifestó.
Uno de los temas clave que Rojas Millán abordó fue la economía popular, destacando actividades que van desde barberías hasta juntas de acción comunal. Esta diversidad, según el asesor, presenta un panorama amplio de necesidades y desafíos, pero también de oportunidades. La variedad de la economía popular resalta la complejidad y la riqueza de las iniciativas locales que buscan prosperar en el marco de la economía solidaria.
Dentro de las discusiones, se reveló que uno de los principales desafíos que enfrentan las personas que buscan integrar la economía solidaria es la comercialización de sus productos. Más allá de las típicas necesidades de formación, se resaltó la urgente necesidad de proporcionar oportunidades para que los productores den a conocer sus bienes y servicios. Se subrayó la importancia de establecer un diálogo efectivo entre las comunidades y los mandatarios locales, proponiendo planes de desarrollo enfocados en el fortalecimiento de la asociatividad.
Hay más de 600 organizaciones
Las mesas de trabajo durante la Asamblea de Economía Solidaria arrojaron que en el Quindío existen más de 600 organizaciones asociativas, solidarias y cooperativas. Este diagnóstico, según Rojas Millán, es esencial para abordar las diversas trabas y dificultades, desde problemas de registro hasta cargas tributarias.
En una sesión dedicada a las experiencias individuales, Diana Acevedo, empresaria y participante en el diplomado, compartió la experiencia en el proyecto a través de su emprendimiento de La Crespita Salsas, dedicada a la producción de salsas con un propósito más saludable. Acevedo elogió el diplomado de comunidades asociativas, destacando su capacidad para unir diferentes asociaciones y crear alianzas estratégicas. La emprendedora expresó la importancia de trabajar como equipo y compartir objetivos comunes para fortalecer las economías locales.
Desde su perspectiva, el diplomado brindó no solo conocimientos fundamentales sino también una visión clara de hacia dónde pueden ir estas asociaciones. Acevedo resaltó la importancia de conocer otras asociaciones para crear alianzas estratégicas y fortalecer las economías locales, especialmente en el contexto del Quindío.
Fuente: La Crónica del Quindío.