1 de Agosto del 2023
Se consolida la ruta hacia un pacto solidario

Pacto

“Como abuela sabedora les digo que el pueblo colombiano no aguanta más, necesitamos trabajar en unidad para poder lograr esto que se llama lo solidario. La solidaridad solo se construye entre pueblos para salir del atraso en el que estamos”, manifestó Daira Elsa Quiñones Preciado, de Tumaco, Nariño, luego de la culminación de la Asamblea Nacional de Economía Solidaria, Popular y Comunitaria, realizada en Neiva durante el 28 y 29 de julio.

El evento, al que asistieron 2.300 delegados de todas las regiones, se convierte en un hito en la historia económica del país por ser una de las más grandes asambleas populares, y porque, además, trazó la ruta para la construcción de un pacto por la economía popular y solidaria, como se ratificó con la suscripción de un documento entre el Estado y organizaciones de la economía popular y solidaria.

Por eso, el director de la Unidad Solidaria, Mauricio Rodríguez Amaya, afirmó que con la asamblea se inicia la consolidación de proyectos de la economía popular, que de manera asociada, se orientarán a la industrialización, al cuidado del medio ambiente, a la soberanía alimentaria, al incremento del acceso al crédito y a asegurar las condiciones para un mercado local y nacional con precios justos: “Esta asamblea ha mostrado una profunda diversidad; gente de todas las regiones, de todas las culturas, etnias, diversidades sexuales, jóvenes, mujeres que marcan un nuevo rumbo para desarrollar la apuesta que tiene la Unidad Solidaria y el Gobierno del cambio. El presidente lo ha planteado con toda la claridad: ‘La asociatividad solidaria tiene que ser el motor del desarrollo en toda Colombia’. Es a través de las organizaciones solidarias, populares como podemos fortalecer nuestras economías, nuestras apuestas de transformación”.

Por todo lo anterior, luego de dos días de discusiones en 12 mesas de trabajo se firmó el Acuerdo de Intención: Caminar hacia un Nuevo Pacto Solidario para las economías del cambio, en el que se expresa: “Esta propuesta que surge de nuestra Asamblea Nacional, recorrerá los caminos de las veredas y los barrios, recogerá la voz de los gremios, organizaciones, plataformas y redes de la economía solidaria popular y comunitaria. Caminaremos hacia un Nuevo Pacto en donde los modelos de vida solidarios, la cooperación y la ayuda mutuas, son los pilares de las acciones colectivas en cada territorio de Colombia.

¿Por qué hablamos de un nuevo Pacto Solidario? Porque se trata de reconstruir los tejidos del trabajo colaborativo entre el Estado y el movimiento solidario, revalorar la importancia trascendental de la asociatividad solidaria como motor del desarrollo, del progreso, de la transformación productiva y de la protección del planeta, tal como lo han planteado las Naciones Unidas y nos lo han hecho saber nuestros pueblos y comunidades durante años”. (…) “Vamos a impulsar conjuntamente la configuración de Territorios Asociativos Solidarios, a través del trabajo común entre gobierno y las organizaciones, sus redes y sus espacios de coordinación y toma de decisiones; con la cooperación necesaria con actores públicos y privados a nivel territorial e internacional. Cinco ejes de trabajo se convierten en los articuladores de nuestros propósitos comunes; 1. Salvaguardar el planeta y enfrentar los embates de la crisis climática; 2. Incrementar los procesos de industrialización y reindustrialización solidarios; 3. Generar las condiciones materiales para el acceso al crédito de las economías para el Cambio; 4. Impulsar la producción, transformación y comercialización de alimentos de cara a la soberanía alimentaria; 5. Promover una nueva cultura solidaria que transforme saberes y prácticas territoriales”.

El documento fue ratificado con la intervención del presidente de la República: “Aquí el valor fundamental es la solidaridad. Este tipo de economía popular –que tiene que volverse muchísimo más fuerte, que tiene que volverse, y ese es nuestro querer, el principal sector económico de Colombia, y en eso consiste el cambio–, nos muestra un camino que la población en general de Colombia, en mi opinión, debe seguir. Un pueblo desorganizado es un pueblo al que manipulan y esclavizan. Un pueblo desorganizado es un pueblo al que permanentemente engañan. Un pueblo desorganizado no tiene capacidad para realmente coger las decisiones fundamentales para construir una vida digna en el país. Lo tratan como un rebaño, lo llevan aquí y allá, y, como decían mis discursos de campaña, un pueblo que transforman en rebaño no va sino al matadero, porque a todos los rebaños los llevan al matadero. Por tanto, de lo que se trata es de construir un pueblo organizado. Y casi que toda la actividad diaria de mi Presidencia y de mi gobierno es construir organización popular”.

Conozca el documento:

 

Nuevo Pacto Solidario