
Haciendo un balance de la gestión de los ministerios, el de Trabajo pone la nota más alta. Para un país con una tradición burocrática e ineficiente resulta vital reconocer los logros, resultados y avances en cada una de las dependencias y organismos adscritos como Colpensiones, SENA, Unidad Solidaria y la Supersubsidio. Otro plus tiene que ver con las prácticas anticorrupción que es el más grande de los males en la historia del país.
La gestión de la ministra Gloria Inés Ramírez tiene reconocimiento a nivel nacional e internacional. Es del círculo cercano del presidente Petro, y por ello se le ve en la comitiva presidencial en las regiones. Ha hecho uso del poder para servir, resolviendo problemáticas que van más allá de su cartera ministerial. Ella más que nadie sabe que es un estado de derecho para el servicio de los más vulnerables y desprotegidos. Su formación desde las aulas de la UTP, el tránsito por España y sobre todo el paso por entidades como FECODE, la CUT y la Federación Internacional de Mujeres Demócratas; le dieron carácter gerencial para reconocer en el diálogo, trabajo en equipo y el direccionamiento estratégico, una fuerza para obtener resultados de impacto.
El espacio resulta insuficiente para nombrar los logros. Valoro como el logro más importante el aumento del salario mínimo. Este gobierno le recuperó a los trabajadores y a la economía del país más del 35% de su capacidad adquisitiva. Ese viejo dogma de que salarios altos matan empleo es perverso y criminal. También importantes las reformas laboral y pensional para atacar inequidades y desigualdades. Se registran las cifras más bajas de desempleo, suben los empleos formales gracias a la política de incentivos para empresarios y empleadores. La política de empleo se complementa con programas exitosos como saber hacer vale. En las líneas de adulto mayor, estado joven, riesgos laborales y participación ciudadana las cifras son muy positivas. En atención al público, IVC y participación ciudadana también cumplieron la tarea. Los retos son grandes, pero a nadie asustan, cuando se tienen metas claras, presupuestos asignados y equipo de trabajo, los resultados se van dando.
El futuro de la ministra es incierto y responde más a las dinámicas, complejidades y coyunturas de la política. Está para jugar en las grandes ligas. Quedarse para consolidar su gestión, encabezar la lista del Pacto Histórico que aspira duplicar curules o ponerse en esa línea presidenciable para lo cual se ha formado y servido a su país. Todos los sectores políticos, empresariales, sindicales y académicos; le reconocen esa capacidad de convencimiento y argumentación cuando se trata de defender intereses superiores.
Fuente: Diario del Otún