
Entre 1971 y 2023, el movimiento sindical ha sufrido 15.810 violaciones a la vida, libertad e integridad. Así lo expresa la comunicación que de manera conjunta emitieron las tres sindicales obreras CUT, CTC y CGT, y la Federación de Trabajadores de la Educación (Fecode) en el evento que dio inicio al proceso de reparación colectiva al movimiento sindical, luego de reconocerlo como víctima del conflicto armado.
El acto se realizó el 14 de septiembre en el Hotel Hilton de Bogotá, fue presidido por el presidente de la República, Gustavo Petro; la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez; la directora de la Unidad de Víctimas, Patricia Tobón; por el Gobierno, y Martha Alfonso, de Fecode, y Édgar Mojica, en representación de las centrales obreras. Además, contó con la asistencia de cientos de trabajadores sindicalizados de organizaciones como Fecode, la Unión Sindical Obrera de trabajadores del Petróleo (USO) y organizaciones de trabajadores agrarios y de la salud, quienes coincidieron en afirmar que asistían a un evento histórico: el reconocimiento por parte de un gobierno de que el sindicalismo ha sufrido un exterminio y de que es un actor fundamental en la democracia.
En ese sentido, los sindicatos afirmaron: “El Gobierno del Cambio ha marcado un hito en la reparación de este sujeto social al reconocerlo e incluirlo como un valor de las instituciones democráticas de un país, es así́ como desde el pasado 24 de marzo lo incluyó en el Registro Único de Víctimas (RUV), y ahora, en la promoción de su dignificación, el restablecimiento de sus derechos y los aportes en la reconciliación y la construcción de la paz total”.
A su turno, la ministra del Trabajo manifestó: “El Gobierno del Cambio ha marcado un hito en la reparación de este sujeto social, al reconocerlo e incluirlo como un valor de las instituciones democráticas de un país. Es así como desde el pasado 24 de marzo, lo incluyó en el Registro Único de Víctimas y ahora en la promoción de su dignificación, el restablecimiento de sus derechos y los aportes en la reconciliación y la construcción de la paz total”.
Y es que las cifras dan cuenta de la magnitud del exterminio que han sufrido estas organizaciones de trabajadores, pues son 3.323 sindicalistas asesinados entre 1971 y 2023, 449 que sufrieron atentados contra su vida, 254 víctimas de desaparición forzada, 7.884 amenazados de muerte y 1.987 trabajadores y dirigentes desplazados.
Por eso, las palabras del presidente Petro cuando comentó: “En Colombia no se ha permitido la organización obrera, no se ha permitido la organización de quien trabaja. Han asesinado a la organización, lo que han querido es la barbarie”.
El primer mandatario de los colombianos, también expresó: “Los números están aquí. Los han repetido varias de las personas que han pasado por este atril. Sí, son 3.295 sindicalistas, hombres y mujeres, asesinadas. Es como las viejas masacres de obreros a principios del siglo XX, no hay mucha diferencia”. Y, recordó: “Mi vida es testigo del genocidio que han cometido por la codicia y por la barbarie en Colombia contra el pueblo trabajador. Si se compara esta situación con lo ocurrido en las épocas de dictadura en Chile, estas cifras son mayores”.
Finalmente, Petro le solicitó a la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, que “en esto que se llama un plan de reparación colectiva, que hay que construir desde el Ministerio del Trabajo, se contrate centenares de organizadoras y
organizadores de sindicatos en el país como una reparación verdadera para el movimiento sindical”.
Finalmente, las centrales obreras coincidieron en expresar: “En este camino de reparación que resignifica el valor del sindicalismo como generador de democracia, se esperan hechos simbólicos como el aporte gubernamental para que se visibilicen las luchas colectivas en defensa de los trabajadores. Así́ mismo, hechos materiales como el acompañamiento para frenar la estigmatización, aumentar la afiliación, el cese de la cultura antisindical que existe en el sector empresarial y la eliminación de la violencia”.