
Esta modificación del decreto 1777 de 1996 permitirá el reconocimiento del campesinado organizado en las territorialidades de las Zonas de Reserva Forestal como habitantes de Zonas de Reserva Campesina. La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, resaltó la trascendencia de esta herramienta para la protección de la biodiversidad y la producción agroalimentaria.
Este cambio amplía el reconocimiento de las dimensiones social, ambiental y política del campesinado y los pueblos étnicos sobre el trabajo de la tierra y el cuidado de la biodiversidad, empezando por la Amazonía, una de las regiones más importantes para la sostenibilidad del planeta.
Uno de los aspectos más importantes de la modificación del decreto reside en que en las Áreas de Reserva Forestal de la Ley 2 de 1959 que han venido siendo habitadas históricamente por el campesinado, regularice su ocupación y tenencia para que el Estado acompañe a estas familias rurales en procesos de conservación y restauración. Además, permite seleccionar y delimitar, reconocer y constituir Zonas de Reserva Campesina dentro de estas áreas.
Según Carvajalino, esto también implica un avance en la consolidación de una Reforma Agraria reconciliada con la naturaleza y, en ese orden, en la implementación del primer punto del Acuerdo Final de Paz y de lo contemplado en la Ley 160 de 1994 que dio vida al Sistema Nacional de Reforma Agraria.
“Los territorios campesinos de hombres y mujeres dedicados al trabajo, a la producción de alimentos, a la construcción de la territorialidad, llevan décadas pidiéndole al Estado que los reconozca, que los proteja y que cese la estigmatización y criminalización de la vida campesina. Y hoy, lo que venimos a hacer, con la firma de la modificación de este decreto, es decirles que este Gobierno ha construido los instrumentos y asumido el compromiso de reconocer al campesinado no solo como sujeto de especial protección constitucional, sino también como guardián y protector de la naturaleza; como seres que conservan y que van a permitir que la Amazonía en Colombia sea nuestro patrimonio, el de la América y el de la humanidad”, exaltó la ministra.
“Esta modificación del decreto 1777, que nos permitirá la expansión de Zonas de Reserva Campesina como El Pato-Balsillas, que la Zona de Reserva Campesina del Sur, les dice que a los campesinos que los reconocemos, y que con ellos y las comunidades étnicas construiremos una Amazonía viable. Estabilizar estos territorios es un compromiso de esta Gobierno para que la Reforma Agraria sea la Revolución por la Vida”, finalizó Carvajalino.