
Hace algunos años comprar zapatos en Bogotá implicaba desplazarse a “El Restrepo”, uno de los barrios más antiguos y tradicionales, conocido también como el centro comercial “Cielos Abiertos”, en donde se asentó un importante número de fabricantes de calzado de excelente calidad y a precios inigualables.
Lastimosamente, con la firma de diferentes Tratados de Libre Comercio, la llegada de nuevas tecnologías, el crecimiento del comercio y la expansión casi incontrolable de la ciudad, las dinámicas de los mercados se han modificado, al igual que las preferencias de los consumidores, que cada vez y con mayor tendencia prefieren hacer compras sin salir de casa y a un bajo precio así esto implique menor calidad de los productos.
Lo anterior tiene preocupados a los industriales del calzado, que buscando estrategias para hacer frente a esta situación encontraron en la economía solidaria una alternativa para salir de la crisis en la que se han declarado en los últimos años.
“Hace 15 años en Colombia producíamos 120 millones de pares de zapatos anuales, hoy en día solamente estamos produciendo 20 millones (…) nos hemos visto perjudicados, no podemos generar empleo como antes, a pesar de tener alta calidad en nuestro calzado que es uno de los mejores del mundo”, indicó a Organizaciones Solidarias José Miguel Piedrahita, presidente de la Asociación Nacional del Sector del Calzado, del Cuero y Afines -Ansecalz & Afines-.
Y es que la preocupación no es para menos, pues con la creciente llegada de zapatos desde China a precios al consumidor final desde cinco mil pesos en adelante, sumado al comercio informal caracterizado por la evasión de impuestos y la alta demanda de estos productos por la falta de trabajo e ingresos dignos en el país, el sector ha entrado en una crisis que los ha obligado a fortalecer su gremio y a reinventarse en busca de una solución definitiva.
Víctor Hugo Solano, fabricante de calzado, manifestó que el gremio se está defendiendo a capa y espada y que para lograrlo se están “agrupando en varias agremiaciones a nivel nacional, tanto en Bogotá como en Bucaramanga y en Medellín, estamos buscando la manera de encontrar soluciones y tomar decisiones, porque los problemas que nos aquejan son varios y si nos unimos vamos a ser más fuertes”, además porque estas empresas son generadoras de una importante cantidad de empleos alrededor de este producto “porque no solamente es la fabricación de calzado como tal sino también todo lo que es el tema de los cueros de los herrajes, las suelas de las fibras, de las cadenas, también las trasportadoras de los envíos, la gente que produce cajas, es decir, son muchas las familias que se benefician y las personas que se contratan en todo el gremio, tanto en calzado como en confección de marroquinería”, indicó Carlos Forero, fabricante de calzado Nico´s.
Ante esta problemática y cumpliendo con su misión de fortalecer a las organizaciones solidarias en Colombia, desde este año la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias comenzó a trabajar con el gremio, con el que se espera obtener cambios que permitan su visibilización, avance y fortalecimiento empresarial a corto plazo.