Con el firme compromiso de impulsar la economía solidaria el Gobierno del Cambio desarrolló los Circuitos Asociativos Solidarios, una apuesta integradora que se ha consolidado como una estrategia clave para fortalecer la economía popular y solidaria en Colombia. Liderados por la Unidad Solidaria, estos Circuitos promueven la articulación entre organizaciones de base, cooperativas, asociaciones, emprendimientos comunitarios y redes territoriales, que comparten principios de cooperación, democracia económica y sostenibilidad.
Más allá de ser una herramienta técnica, los Circuitos representan una apuesta política por el desarrollo con identidad y arraigo territorial. Al conectar actores económicos locales —productores, comercializadores, prestadores de servicios y consumidores— se generan dinámicas de intercambio justo, soberanía productiva y circulación solidaria del ingreso.
¿Cómo funcionan?
Cada Circuito parte del reconocimiento de las capacidades locales: qué se produce, qué se necesita, quién está organizado y qué alianzas se pueden fortalecer. Con base en esto, se crean nodos de trabajo que pueden incluir formación, asistencia técnica, canales de comercialización, ruedas de negocio, ferias, alianzas con gobiernos locales y otras instituciones. Todo en clave asociativa.
Transformaciones reales
En regiones como el Caribe, el Pacífico o Los Llanos, ya se evidencian resultados: redes de mujeres rurales que comercializan sus productos de forma colectiva, cooperativas urbanas que abastecen mercados locales, jóvenes que han pasado del desempleo a liderar emprendimientos con propósito social.
El Gobierno Nacional y la Unidad Solidaria han reiterado su compromiso con este modelo, en el marco de la agenda por una economía para la vida. Con los Circuitos Asociativos Solidarios, no solo se impulsa la productividad: se construyen tejidos comunitarios, se democratiza la economía y se abren caminos de dignidad para miles de familias.
